Cuando el Real Betis Balompié anunció la contratación de Manuel Pellegrini para liderar su nuevo proyecto deportivo en julio de 2020, el escepticismo era el sentimiento reinante en el barrio sevillano de Heliópolis. A fin de cuentas, el chileno, el técnico más veterano de LaLiga Santander en la actualidad, parecía haber dejado atrás hacía tiempo sus mejores momentos en los banquillos.
Las demandas de ‘savia nueva’ por parte de la grada contrastaban notablemente con los 66 años de edad de un técnico curtido ya en mil batallas y cuyas etapas al frente del Hebei Fortune chino y el West Ham United inglés no habían sido precisamente brillantes. Lejos quedaban ya las semifinales de Champions League y el subcampeonato de Liga con el Villarreal, las notables gestas del mejor Málaga de la historia o la Premier League de 2014 con el Manchester City.
El desencanto instaurado tras la amarga despedida de Quique Setién y la desastrosa etapa de ‘Rubi’ se prolongó hasta finales de diciembre de 2020. Una sonada derrota ante el Levante por 4-3, la novena cosechada por ‘El Ingeniero’ en sus primeros 17 partidos oficiales como preparador verdiblanco, parecía anticipar meses complicados para una parroquia que daba la bienvenida al 2021 con un empate en el derbi de la capital andaluza (1-1).
Nadie podía imaginar, sin embargo, que aquella noche en el Benito Villamarín marcaría el comienzo de un año para el recuerdo.
Un bloque casi inexpugnable
Transcurridos los primeros nueve meses de 2021, y tras doblegar al Getafe (2-0), el Real Betis suma 34 partidos oficiales, de los que apenas tres, el 8.82%, se decantaron del lado contrario y siempre por la mínima: Barcelona (2-3), Sevilla (1-0) y Real Madrid (0-1). Los demás se saldaron con 18 victorias y 13 empates, arrojando un promedio aproximado de un encuentro perdido de cada 11 disputados.
Esta racha semi-triunfal le valió al conjunto de Heliópolis un billete directo a la fase de grupos de la Europa League después de tres temporadas y, en lo que va de curso 2021-2022, un séptimo puesto que sabe a poco en comparación con el juego desplegado por los pupilos del chileno. Éste, de hecho, se aúpa ya al tercer escalón del podio de entrenadores verdiblancos con mejor promedio de puntos en Primera División (1.62).
Por delante de él tan sólo se sitúan Domingo Balmanya (1.73), que llevó a los andaluces a la tercera posición en 1964, y el irlandés Patrick O’Connell (1.72), campeón de Liga con el Betis hace ya 86 años, si consideramos sus victorias meritorias de tres puntos en vez de dos, que era lo que valían entonces.
«Hace tiempo que cuesta que superen a este equipo», celebraba recientemente ‘El Ingeniero’, como celebra la hinchada verdiblanca su llegada en cada tertulia futbolera que tiene lugar en Sevilla.
‘Ingeniería’ vertical
La primera misión de Manuel Pellegrini como líder del vestuario verdiblanco debía ser la de acabar con la visión que se tenía del Real Betis Balompié durante las tres últimas temporadas: un equipo plano, sin mordiente en ataque, al que se le daba bastante bien, no obstante, llevar las riendas en la mayor parte de sus partidos.
Durante el curso 2018-2019, el último con Quique Setién al frente, el equipo bético fue el único de las cinco grandes ligas que, con una posesión media de balón superior al 55% -en su caso llegó a ser del 62.7%, la sexta mayor de Europa-, arrojaba un saldo goleador negativo (-8). Un año después, la diferencia fue de -12, siendo Joan Francesc Ferrer, ‘Rubi’, el entrenador. La posesión media del equipo fue del 57.1%.
Las tornas han cambiado con Pellegrini. Más o menos. Si bien el Betis se mantiene en el Top-13 de clubes con mayor tiempo de posesión media de Europa (58.6%), por delante incluso del Bayern de Múnich de Julian Nagelsmann o el Leeds United de Marcelo Bielsa (57.8%), su saldo ofensivo ahora es de 4 goles en positivo. Un cambio de dinámica favorecido por una mayor verticalidad a la hora de distribuir la pelota entre los distintos miembros del equipo.
Como se puede observar en esta gráfica de dispersión, los centrocampistas del conjunto verdiblanco -pivotes defensivos, mediocentros y mediapuntas- son los terceros que más pases progresivos intentan por encuentro en las grandes ligas (34.4), apenas superados por sus homólogos del Inter de Milán y el Hellas Verona. Con un acierto nada despreciable, además, del 83%.
Por poner este dato en contexto, cabría reseñar que, siendo Setién todavía técnico del conjunto heliopolitano, los jugadores de mediocampo promediaron la escasa cantidad de 18.1 pases progresivos por partido. Al igual que con ‘Rubi’, que elevó ligeramente el número de estos a 20.5 por 90 minutos, apenas el 77.4% llegaron a su destino.
De esta forma, Pellegrini no sólo ha conseguido darle una vuelta de tuerca al estilo de juego que deseaban instaurar las altas esferas del club allá por 2017, sino que lo ha dotado de las herramientas y mecanismos necesarios para seguir siendo protagonista sobre el terreno de juego sin verse obligado a renunciar a buscar la portería contraria con ahínco, hambre y velocidad.
¿La mejor defensa? Un gran ataque
Una de las grandes cuentas pendientes del Real Betis Balompié desde la 2012-2013, con Pepe Mel al frente, es la de marcar más goles que los que encaja en Primera División. Ya aquel curso lo consiguió por un escasísimo margen (+1). En la 2020-21, con Pellegrini ya en el banquillo y la clasificación europea bajo el brazo, fue nulo (0). Esta temporada la tendencia, al menos, ha mejorado (+4).
No obstante, el equipo sevillano sigue siendo uno de los más entretenidos de ver en LaLiga Santander este año. Sus partidos promedian 1.8 goles cuando juega en el Benito Villamarín y 3 cuando lo hace lejos de casa, ya sean a favor o en contra. Eso sólo en el campeonato doméstico, pues su debut en la Europa League frente al Celtic, con siete goles (4-3), elevaría la media como local a 2.25.
A falta de una defensa lo suficientemente sólida, especialmente tras la salida de Aïssa Mandi (29) y los problemas físicos de Marc Bartra (30) y Víctor Ruiz (32), el técnico sudamericano parece tener clara la premisa de que da igual cuántos goles les marquen, siempre y cuando sus jugadores marquen uno más que el rival. Tanto es así que los verdiblancos obtienen 1.09 puntos por gol anotado, el noveno mejor registro de las grandes ligas, superando a Everton, Manchester City o Chelsea (1.08).
El segundo equipo de LaLiga que mejor diferencia entre disparos ejecutados y recibidos tiene (+50), siguiendo la estela del vigente campeón, el Atlético de Madrid (+54), es también uno de los que menos tarda en buscar portería, con un promedio de un disparo entre los tres palos cada 14 minutos de juego. ¡Ni Borussia Dortmund, Manchester United, Barcelona o Paris Saint-Germain son tan prolíficos!
Buena parte de culpa la tiene Nabil Fekir (28), que se ha erigido en el noveno futbolista de LaLiga, la Premier League, la Bundesliga, la Serie A y la Ligue 1 que más remates realiza (23). Casi la mitad de los mismos (10) han ido a puerta, aunque sólo ha conseguido convertir un gol. Una escasez de puntería que se extiende al resto de un plantel que promedia 2.0 xG* por partido -al nivel de Real Madrid o Roma- pero tan sólo anota 1.57.
Un déficit de fortuna que se traslada también, en cierto modo, a la línea defensiva, ya que el Real Betis encaja un gol por encuentro pese a permitir ‘sólo’ 0.7 xG a sus rivales. No obstante, los hombres de contención de varios gigantes del continente, como Liverpool (1.2xG) o Juventus (1.7xG), entre muchos otros, vienen dando muchas más facilidades a sus oponentes que los chicos de ‘El Ingeniero’. Meritorio, cuando menos.
Rotaciones y ‘renacidos’, los mejores fichajes
Lo cierto es que los datos ofensivos y de distribución de balón de esta particular ‘obra de ingeniería’ bastarían para explicar por qué el conjunto de las trece barras es uno de los más divertidos -si no el que más- de ver este curso en la Primera División española y buena parte del extranjero. Sin embargo, existen otros factores clave para que Pellegrini esté sacando lo mejor de una plantilla repleta de talento pero, a su vez, de carencias.
Dos de ellos, sin duda, son el talante y el talento natural del técnico para mantener motivados y hambrientos a sus futbolistas, lo cual es público y notorio. De esta forma, ha conseguido recuperar para la causa verdiblanca a jugadores que, a principios del verano, o bien eran transferibles, o bien no entraban en sus hipotéticos planes. La escasez de refuerzos en posiciones clave derivada del escaso límite salarial del club, no obstante, ha supuesto una segunda oportunidad de oro para Juanmi (28) o William Carvalho (29).
El malagueño, que ya coincidió y triunfó de la mano del chileno en La Rosaleda, promedia 0.9 goles y 1.8 tiros a puerta por 90 minutos esta temporada, lo que le ha convertido en el revulsivo preferido de Manuel Pellegrini tras años de lesiones y ostracismo. Por su parte, el portugués, quien habría rechazado suculentas ofertas para dejar atrás Heliópolis, se ha tornado, de repente, en una de las grandes sensaciones de un centro del campo en el que ya brillaban Sergio Canales (30), Guido Rodríguez (27) o el cotizado Nabil Fekir.
¿Cómo lo ha conseguido ‘El Ingeniero’? ¿Cómo ha logrado transformar descartes en piezas importantes de su ‘engranaje’ en cuestión de semanas? El componente humano tiene su peso, qué duda cabe, pero la maestría del otrora entrenador de Real Madrid o Manchester City a la hora de repartir los minutos de juego entre la práctica totalidad de su plantilla dice mucho de por qué están todos tan enchufados e implicados.
De hecho, el Real Betis Balompié es el equipo de las grandes ligas que más jugadores ha utilizado (28) en lo que va de la 2021-2022. Cifra que se ha visto incrementada por el debut obligado de Kike Hermoso para paliar las bajas en defensa, pero que sería aun mayor, probablemente, si Youssouf Sabaly (28) y Diego Lainez (21) se encontrasen en plenas condiciones físicas.
A fin de cuentas, aun partiendo desde el banquillo, todos los miembros del equipo están contando con una buena cantidad de minutos. 769 en el caso de los suplentes, concretamente. El décimo mejor registro de Europa.
Si además hablamos de futbolistas que han sido titulares al menos una vez (23) y que han marcado gol sustituyendo a algún compañero (3), el Real Betis ostenta también la sexta y la decimoquinta posición, respectivamente, en el continente. Un sistema de rotaciones casi perfecto que ha conseguido enmascarar -o disimular- las carencias técnicas de una escuadra, la de ‘Don Manuel’, como ya le apodan cariñosamente por el sur, que encara los próximos meses con la firme convicción de mantenerse casi intratable hasta final de año.
* Los Goles Esperados (xG) evalúan la probabilidad de que cada disparo se convierta en gol, según su ángulo, distancia y parte del cuerpo con la que se realiza.