Saúl en busca de sentido
Saúl en busca de sentido

Saúl en busca de sentido

2021-09-06

Desgranamos cómo puede Thomas Tuchel ayudar al canterano del Atlético a reencontrarse consigo mismo y rescatar su mejor versión.


Estancado. Así aseguraba sentirse Saúl Ñíguez formando parte de la disciplina del Atlético de Madrid en los últimos tiempos. Su reveladora entrevista con Ibai Llanos, además de levantar ampollas entre miembros destacados del Cerro del Espino, sirvió para arrojar un haz de luz sobre la situación que el canterano colchonero atravesaba en la que ha sido su casa desde que tiene uso de razón.

Su fichaje por el Chelsea -en calidad de cedido con opción de compra- ha sido uno de los movimientos más complejos del que, a su vez, ha sido el mercado de fichajes más convulso de la historia. No sólo por las arduas negociaciones entre las partes, sino, especialmente, por las motivaciones de un futbolista que ha dejado de reconocerse a sí mismo sobre el terreno de juego.

«Mi cabeza no aceptaba mi nuevo rol. Quiero encontrarme y ver al Saúl que quiero ver, no al que han visto estos dos últimos años», reivindicaba el futbolista rojiblanco pocas horas después de confirmarse su marcha a Stamford Bridge. Allí le esperaba con los brazos abiertos un Thomas Tuchel cuyos planes para el centrocampista siguen siendo todo un misterio.

Quien mucho abarca, poco aprieta

De un tiempo a esta parte -concretamente, desde el inicio de la temporada 2020-2021-, Saúl Ñíguez se había convertido en una suerte de ‘comodín’ para Diego Pablo Simeone. Si bien venía participando con asiduidad en los planes del argentino (47 titularidades en 47 partidos disputados en la 2019-2020), su papel se tornó secundario el pasado curso, partiendo de inicio en 30 de los 41 encuentros que jugó.

Esto es, el ilicitano de 26 años, aun encontrándose en su plenitud física y deportiva, pasó de disputar 4.156 minutos a ‘sólo’ 2.676 de una temporada a otra. Por si fuera poco, lo hizo en un sinfín de posiciones, desde la de pivote defensivo hasta la de jugador de banda, pasando, incluso, por el carril izquierdo de la defensa ‘colchonera’. Una polivalencia que el ‘Cholo’ aprovechó para compensar lesiones y ausencias en la carrera por el título de Liga.

Como se puede comprobar en el mapa de acción de Saúl, y a diferencia de sus nuevos compañeros, durante el último año se ha desplegado por la práctica totalidad del sector izquierdo del campo. Sus porcentajes de influencia nos hablan de un jugador que, o bien vale para todo o no ha terminado de encontrar su lugar. No hace falta atar muchos cabos para darse cuenta de que se trata, más bien, de lo segundo.

No obstante, en BeSoccer Pro hemos recurrido a la analítica avanzada para corroborarlo.

Según los algoritmos de nuestra herramienta de scouting y evaluación de rendimiento, las posiciones en las que mejor ha jugado Saúl Ñíguez en los últimos tiempos han sido la de interior izquierdo, con un ‘rating’ de 78, y la de mediocentro, con 75. Les siguen de lejos las demarcaciones de pivote defensivo (54), volante izquierdo (54), interior derecho (51) y mediapunta (49).

En cuanto a roles, sin embargo, el canterano rojiblanco ha demostrado ser capaz de ejecutar hasta seis distintos con un alto grado de dominancia. Esto es, por encima del 70%. Estos son los de mediocentro trabajador (80%), considerado por nuestros algoritmos su rol principal; interior izquierdo (78%); interior izquierdo trabajador (78%); mediocentro llegador (75%); ‘playmaker’ (73%); y box-to-box (72%).

Lo que para la gran mayoría de futbolistas sería una clara ventaja competitiva, para Saúl, curiosamente, se ha tornado hándicap. ¿Por qué ha puesto tanto empeño Tuchel, entonces, en su incorporación?

Un sinfín de alternativas

En los tiempos que corren, una adecuada rotación de plantilla y distribución de los minutos de juego se han vuelto vitales para todos aquellos clubes que aspiren a llegar al mes de mayo con opciones de cumplir sus principales objetivos. Es el caso, cómo no, tanto del vigente campeón de la Liga española, el Atlético de Madrid, como del flamante ‘rey’ de Europa, el Chelsea. Pero existen matices.

El más claro es que los ‘Blues’ no buscan en Saúl un titular indiscutible. En todo caso, partirá como el cuarto centrocampista; el que facilite la tarea de repartir la carga de partidos a Tuchel y, además, complemente con sus principales virtudes -de las que hablaremos a continuación- las de N’Golo Kanté, Jorginho y Mateo Kovacic, según le toque hacer pareja con uno o con otro.

Gráfica de comparativa de estadísticas

Como se puede observar en el radar comparativo previo, los promedios de Saúl en cuanto a tiros (1.24) y tiros a puerta (0.44) por 90 minutos mejoraron por mucho los de N’Golo Kanté y Mateo Kovacic durante el curso 2020-2021. Lo mismo ocurrió, de forma flagrante además, con la efectividad en duelos aéreos del español (3.13) respecto a las del francés y el croata en el mismo periodo de tiempo.

En ambos apartados, el futbolista cedido por el Atlético de Madrid estuvo entre los centrocampistas más destacados de las cinco grandes ligas europeas. De hecho, y aunque Marcos Llorente le ‘comió la tostada’ en su propia casa, también superó con bastante diferencia al ‘motor’ del Chelsea de Tuchel, Jorginho, en cuanto a disparos realizados.

Un perfil diferente, como poco, a los que ya tenía a su disposición Thomas Tuchel hasta el cierre del pasado mercado estival de fichajes en la posición de mediocentro.

¿En qué se diferencia este papel de ‘comodín’, entonces, del que ya ejercía en el Metropolitano? Sobre el papel, en nada, pero del técnico alemán se espera que vaya un paso más allá que el ‘Cholo’ y, además de confiar a su nuevo pupilo el carril izquierdo, ‘propiedad’ de Marcos Alonso y Ben Chilwell, cuando sea necesario, añada a sus quehaceres la defensa del flanco zurdo de la línea de tres centrales en encuentros de menor entidad o en situaciones de emergencia.

Una dosis extra de responsabilidad para el internacional español que puede tener distintas consecuencias para éste. La primera y, quizás, la más evidente, sea que se agudicen sus problemas de confianza en su juego al no afianzarse en un rol concreto. La segunda, y por la que probablemente apuesta el propio Saúl, es que Thomas Tuchel, uno de los técnicos más versátiles del mundo en la actualidad, le ayude a encontrar finalmente su sino.

Un salto de fe

De sus propias palabras se podría deducir que a Saúl Ñíguez no le quedaba más remedio que alejarse temporalmente, si no de forma permanente, del Atlético de Madrid para encontrar la mejor versión de sí mismo. Que lo consiga precisamente en un escenario como Stamford Bridge está por verse todavía. Herramientas y habilidades para lograrlo, sin embargo, no le faltan.

Atendiendo a los ‘ratings’ estadísticos que le otorgan sus métricas de las últimas temporadas al nuevo ‘todocampista’ del Chelsea, compronbamos que es en defensa (76) donde destaca especialmente. A pesar de haber anotado 43 goles en todas las competiciones en 340 partidos oficiales como colchonero, su puntuación general en el apartado ofensivo (62) es más bien baja, como también lo es el de distribución de balón (62).

Esto encaja, ‘grosso modo’, con la percepción de mediocentro trabajador que le otorgan los algoritmos de BeSoccer Pro en base a su rendimiento. Un rol en el que podría llegar a brillar con una mayor continuidad, bien en Londres, bien en Madrid, dada su edad (26) y su alto coeficiente de REAP (1.88), que le sitúa muy por encima de la media respecto a otros futbolistas de su generación.

Será cuestión de semanas, meses quizás, saber si Saúl acaba encontrando en Fulham Road lo que andaba buscando desde hacía tiempo en el distrito de San Blas. De momento, el ilicitano tiene ante sí la oportunidad de empezar de cero de la mano de un revolucionario del juego. Un necesario salto de fe para reconducir su concepción del juego, sus fortalezas y, por ende, su carrera.

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